domingo, 11 de diciembre de 2016

FASE VII : Fachada ventilada de madera

Después de un otoño extraordinariamente seco, que nos ha dejado las cestas vacías de setas, llegan las primeras nieves que aliviarán los mermados acuíferos; aunque aquí nunca falta el agua, la sequía se nota en los campos. Aceleramos el ritmo por si el invierno entra antes de tiempo y vamos haciendo diferentes tareas antes de colocar la madera de la fachada exterior.





Primero Kike y Mario colocaron el aislamiento del suelo, que se compone de dos placas de corcho de alcornoque de 4 cm. cada una, total 8 cm. de aislamiento, sobre el cual se verterá 6 cm. de mortero autonivelante para posteriormente colocar baldosa de barro, que actuará como un suelo radiante solar al almacenar el calor que entra por el ventanal en invierno.







Antes de colocar las ventanas había que insertar en la estructura unas losas de piedra para formar la repisa. Y ahora sí, toca las ventanas, y sobre todo el ventanal de 360 cm. de ancho por 190 cm. de alto. Las vistas son impresionantes y el calor que entra a través de él al interior de la casa, seguro que minimiza el uso de la estufa a los días de frío extremo. La dimensión del alero del tejado es la adecuada para que en invierno los rayos solares entren en el interior al estar el sol más bajo, y en verano de la sombra en la repisa sin entrar ni un rayo de sol al estar el sol más alto. La carpintería es de castaño, una madera local que soporta muy bien las contracciones y dilataciones. La cristalería está formada por doble vidrio de 6 mm. de espesor cada uno y una cámara de 18 mm. con gas argón en su interior, lo que garantiza un correcto aislamiento térmico. Queda pendiente poner las jambas de las ventanas, que embellecerá aún más la fachada.







 
Vamos a por la fachada exterior. Yo me decidí por colocar una fachada ventilada de madera en lugar de revocar. La presencia de la cámara de aire ventilada protege a la estructura de la infiltración de agua de lluvia, y permite minimizar el sobrecalentamiento en verano facilitando la transpiración, sin riesgo de condensaciones. Se crea un "efecto chimenea" de ventilación natural que mantiene seca la estructura. Es como una segunda piel. Nos sobraron unos metros de la lámina impermeable y transpirable del tejado, y como de tirar no se saca nada le dimos una vuelta a la estructura y así quedará más protegida, aunque no hace falta. Y sobre ella unos rastreles de 5x2 cm. sobre los cuales irá clavada la tabla del exterior. La madera es de ciprés, que como ya comenté, es imputrescible e inatacable por hongos e insectos. Para protegerla del sol he aplicado tres manos de lasur, más que de sobra. Cada cuatro años conviene dar una mano para alargar la vida útil de la madera al máximo. Es una tarea rápida aunque a priori parezca algo engorroso. 











Por último, quedaba pendiente abrir el tejado para hacer la chimenea de la estufa, ya que primero había que construirla. También se colocaron las ventilaciones y extracción de humos de la cocina. 











Por cierto, he visto un par de ratones, mecawen.... son Mickey y Minnie y les ha gustado tanto el lugar que se quedan aquí ;-)


  

6 comentarios:

  1. No puede ser mas hermosa!! ¡Qué bonita Humberto!. Tenemos una envidia muy razonable y deseamos que todo tu esfuerzo y dedicación, se transforme en millones de momentos increibles, dentro y fuera de tu espacio.

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    1. Gracias Eva! Espero que muchos de esos momentos sean con vosotros.

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  2. Una casa preciosa. Sencilla y eficiente.
    Gracias por compartirlo!

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  3. Maravilloso proyecto, hermoso, práctico, inteligente... sin duda un gran lugar donde vivir la vida!!

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    1. Hola primo, la verdad es que ha sido un acierto, porque estos días de frío se está muy calentito en el interior... y sin encender la estufa!! Espero que podáis venir a verlo este verano.

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Muchas gracias por tu participación