lunes, 26 de diciembre de 2016

Y colorín colorado...

"Si no vives como piensas, terminarás pensando como vives"

Esta es una de esas frases que cuando la escuchas o la lees no es por casualidad, pues siempre aparecen en algún momento transcendental, aquellos que marcan un punto de inflexión en la línea de nuestra vida. 

Tod@s hemos recibido de pequeños una educación que nos ha ayudado a arrancar el inicio de nuestras vidas. Pero a medida que hemos ido creciendo, entre la ecudación recibida, los estudios realizados, los libros leídos o las expericiencias vividas, hemos formado nuestra conciencia, nuestra propia forma de pensar, haciéndonos personas libres. 

El problema viene cuando traicionamos a nuestra conciencia, cuando dejamos de vivir como pensamos, y empezamos a pensar como vivimos. En muchas ocasiones, terminamos adoptando formas de pensar y actuar que sabemos que son contrarias a lo que nosotr@s somos, pero las justificamos por ser más favorables a la corriente. Y es que, navegar a contracorriente no es fácil. Se puede callar la conciencia a base de traicionarla, de pensar al revés de como siempre hemos pensado, pero aparecerá algún momento en el que nos cuestionemos si estamos actuando según nuestros principios y valores. Es difícil pensar diferente a como lo hace la mayoría, pero es necesario tener criterios propios a la hora de pensar y actuar. La paz, la alegría y la felicidad que trae consigo bien merece el esfuerzo. La recompensa siempre llega, tardará más o menos, pero llega. Por eso merece la pena vivir como se piensa.

Mi vida me ofreció hace unos años la oportunidad de reflexionar, cuestionándome si vivía según mis principios y valores, planteándome si la profesión que había elegido me satisfacía realmente, o simplemente me estaba dejando llevar por la corriente. Comenzó entonces un periodo de transición hacia la vida que es acorde a mi conciencia, tratando de satisfacer mis necesidades vitales con sencillez y humildad

La casa de paja forma parte de aquel periodo de reflexión. Será el campo base de mi proyecto de vida. El proceso de construcción ha sido apasionante, algo que he intentado transmitir en las 20 entradas del blog, y que han recibido más de 12.000 visitas de 20 paises diferentes: Reino Unido, Irlanda, Alemania, Francia, España, Rusia, Ucrania, Albania, Malasia, China, Indonesia, Turquía, Líbano, Estados Unidos, Canadá, México, Islas Barbados, Argentina, Uruguay y Chile..... estoy flipando. Espero que haya servido para resolver las dudas que este tipo de construcciones "no convencionales" siempre generan, y para que muchos de vosotr@s os animéis a construir vuestra casa de paja. 

Comenzé a escribir en el blog el 26 de enero de este año, y hoy termino. El año 2017 necesita de todo mi tiempo y esfuerzo para alcanzar mi sueño, y no podré actualizar el blog con la regularidad debida. No sé si es un adiós o un hasta luego. El blog seguirá abierto siempre para que se pueda consultar cuando se desee. 

Para terminar esta entrada, os dejo un resumen audiovisual de lo que ha sido el proceso de construcción de mi casa de paja.... es muy divertido, mejor reproducidlo en HD. Gracias de corazón a tod@s por vuestro apoyo, ha sido un placer compartir este tiempo con vosotr@s

Un fuerte abrazo.



  

domingo, 11 de diciembre de 2016

FASE VII : Fachada ventilada de madera

Después de un otoño extraordinariamente seco, que nos ha dejado las cestas vacías de setas, llegan las primeras nieves que aliviarán los mermados acuíferos; aunque aquí nunca falta el agua, la sequía se nota en los campos. Aceleramos el ritmo por si el invierno entra antes de tiempo y vamos haciendo diferentes tareas antes de colocar la madera de la fachada exterior.





Primero Kike y Mario colocaron el aislamiento del suelo, que se compone de dos placas de corcho de alcornoque de 4 cm. cada una, total 8 cm. de aislamiento, sobre el cual se verterá 6 cm. de mortero autonivelante para posteriormente colocar baldosa de barro, que actuará como un suelo radiante solar al almacenar el calor que entra por el ventanal en invierno.







Antes de colocar las ventanas había que insertar en la estructura unas losas de piedra para formar la repisa. Y ahora sí, toca las ventanas, y sobre todo el ventanal de 360 cm. de ancho por 190 cm. de alto. Las vistas son impresionantes y el calor que entra a través de él al interior de la casa, seguro que minimiza el uso de la estufa a los días de frío extremo. La dimensión del alero del tejado es la adecuada para que en invierno los rayos solares entren en el interior al estar el sol más bajo, y en verano de la sombra en la repisa sin entrar ni un rayo de sol al estar el sol más alto. La carpintería es de castaño, una madera local que soporta muy bien las contracciones y dilataciones. La cristalería está formada por doble vidrio de 6 mm. de espesor cada uno y una cámara de 18 mm. con gas argón en su interior, lo que garantiza un correcto aislamiento térmico. Queda pendiente poner las jambas de las ventanas, que embellecerá aún más la fachada.







 
Vamos a por la fachada exterior. Yo me decidí por colocar una fachada ventilada de madera en lugar de revocar. La presencia de la cámara de aire ventilada protege a la estructura de la infiltración de agua de lluvia, y permite minimizar el sobrecalentamiento en verano facilitando la transpiración, sin riesgo de condensaciones. Se crea un "efecto chimenea" de ventilación natural que mantiene seca la estructura. Es como una segunda piel. Nos sobraron unos metros de la lámina impermeable y transpirable del tejado, y como de tirar no se saca nada le dimos una vuelta a la estructura y así quedará más protegida, aunque no hace falta. Y sobre ella unos rastreles de 5x2 cm. sobre los cuales irá clavada la tabla del exterior. La madera es de ciprés, que como ya comenté, es imputrescible e inatacable por hongos e insectos. Para protegerla del sol he aplicado tres manos de lasur, más que de sobra. Cada cuatro años conviene dar una mano para alargar la vida útil de la madera al máximo. Es una tarea rápida aunque a priori parezca algo engorroso. 











Por último, quedaba pendiente abrir el tejado para hacer la chimenea de la estufa, ya que primero había que construirla. También se colocaron las ventilaciones y extracción de humos de la cocina. 











Por cierto, he visto un par de ratones, mecawen.... son Mickey y Minnie y les ha gustado tanto el lugar que se quedan aquí ;-)